En la nota original publicada El Mercurio, Álvaro Videla, profesor del Diplomado en Gestión del Negocio y Operaciones Mineras, comenta con una mirada crítica sobre las falencias que presenta la industria nacional con respecto a avances en el desarrollo minero del litio.

Investigar sobre la creación de nanopartículas de litio y mejorar el proceso extractivo son algunas de las innovaciones que comienzan a ejecutarse en el país.

La constante queda de que Chile no ha generado una industria que le dé valor agregado al cobre, se repite ahora con el litio. Este mineral es un insumo importante para la bullante industria de baterías que se emplean tanto en pequeños celulares como en enormes buses. Y Chile tiene de las mayores reservas en el mundo.

“Si fuera un buen negocio instalar una fábrica de baterías de litio en Chile, no te quepa ninguna duda de que ya lo habría hecho”, asevera Pablo Terrazas, vicepresidente de Corfo.

“Pero sucede que el litio es una fracción del costo de la fabricación de una batería y no es el más importante. También hay otros metales, como el cobalto y el níquel, y componentes tecnológicos. Además, influye el valor de la energía, que en Chile aún no es tan bajo, nuestra lejanía con los fabricantes de vehículos eléctricos y el costo de la mano de obra”, agrega Terrazas.

De ahí -dice el ejecutivo- pensar que la única manera de darle valor agregado al litio es construyendo baterías es una mentalidad del pasado. “Tenemos que pensar en nuevas formas”.

Un incipiente camino

Terrazas cree que uno de esos caminos es producir un mineral de mejor calidad que el actual. “Invitamos, a través de una licitación, a distintas industrias que estén interesadas en darle valor agregado al mineral”, agrega. Esta iniciativa es producto del nuevo contrato con SQM, que le obliga a vender un 25% de su capacidad de producción a precios preferentes a productores que se establezcan en Chile, con el fin de que elaboren productos con valor agregado.

A esta licitación solo se presentó la empresa nacional Nanotec. “Ellos están desarrollando (por ahora en laboratorio) nanopartículas de litio que van a permitir aparatos más delgados, flexibles y con mejor rendimiento”, agrega Terrazas.

Investigadores de la Comisión Chilena de Energía Nuclear trabajan en conjunto con Nanotec para investigar sobre estas nanoparticulas de litio. Ganaron un proyecto IDEA I+D 2019 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo.

“Las baterías actuales tienen un problema: en los sucesivos ciclos de carga, los electrodos comienzan un proceso de expansión y contracción, que se puede ver físicamente cuando las baterías comienzan a hincharse con el tiempo. Eso produce que su capacidad de cargue baje”, dice el doctor en física experimental Gonzalo Avaria.

Al producir baterías a partir de nanopartículas de litio, azufre y carbono -continúa Avaria- puedes crear baterías más pequeñas y alargar su vida útil, ya que no se producen tantas fracturas en las contracciones y expansiones de los electrodos”.

Álvaro Videla, académico del Depto. De Ingeniería de Minería de la UC, tiene una visión crítica. “Lo que se hace en Chile en cuanto a darle valor agregado al litio es muy poco. No hemos participado en el desarrollo sustantivo de la industria, no existen las capacidades ni investigaciones fundamentales en torno a las baterías o la electromovilidad, que son áreas importantes en desarrollo futuro. Pero aún, no hay una estructura gubernamental ni privada que esté empujando esto”.

De ahí que el académico creo que ya estamos atrasados para subirnos a la actual tecnología de baterías de ion-litio. “Hay que pensar en las baterías del futuro, como son las de estado sólido, que también usan litio en su fabricación y son más eficientes”, aclara.

Innovación en el proceso

Otra área en la que se puede innovar es en el proceso extractivo. “El sistema actual consiste básicamente en la evaporación de la salmuera de los salares en grandes piscinas, para que el minera cristalice. Esto produce una pérdida de agua importante por evaporación, algo impresentable en el escenario hídrico actual”, dice Humberto Estay, doctor en Ingeniería de Procesos e investigador del Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC).

Dicho centro trabaja en conjunto con varias universidades para generar un proceso experimental de producción de litio, en el que se recupere el agua y que, incluso, una parte de ella se pueda usar para consumo. Además, dice Estay, el proceso en que trabajan hace en horas lo que al método tradicional le toma días. “Otra ventaja es que se pueden obtener subproductos, como el boro o el cloruro de potasio”, aclara.

La Usach, en tanto, creó el año pasado el Centro de Investigación en Litio y Aplicaciones de Minerales Avanzados, el cual mutó a Centro Integrado de Minería Sustentable. “Estamos trabajando en distintos ámbitos. Tenemos estudios sobre concentraciones de litio en salmueras y también sobre innovación en procesos productivos”, dice Alfonso Arellano, académico del Departamento de Metalurgia de la Usach.