COLUMNA DE OPINIÓN
Hernán de Solminihac, Profesor Titular de la Escuela de Ingeniería UC, Director de Clapes UC, Director del Magíster en Administración de la Construcción UC, Jefe del Diplomado en Administración y dirección de proyectos. Fue Ministro de Minería (2011-2014), Ministro de Obras Públicas (2010-2011) y Decano de la Facultad de Ingeniería de la UC.

El actual contexto económico en Chile y el mundo presenta una serie de desafíos para todas las industrias y sus proyectos. En nuestro país, la inflación actual y la incertidumbre sobre como se desarrollará el país son factores que dificultan aún más el escenario. Según el último informe de Perspectivas Económicas Globales del Banco Mundial, se prevé que el crecimiento del país se desacelere, alcanzando un 1,7% en el año 2022 y un 0,8% en el año 2023. En la industria de la construcción se estima una caída en la inversión de 4,6% para el año en curso (CChC, 2022). Asimismo, ya en abril del 2022, los costos de los materiales de construcción para el desarrollo de obras civiles y de edificación en altura aumentaron en un 36% y 31% anual, respectivamente.

Esto no solo ha disminuido la cantidad de nuevos proyectos, sino que también dificulta aquellos que actualmente están en ejecución, obligando a hacer reajustes a sus estructuras de costos. Además, la competencia entre empresas por adjudicarse proyectos tenderá a ser cada vez mayor. Por lo tanto, aquellos equipos que sean capaces de ajustarse a la situación actual, siendo eficientes en la gestión de los costos y del cronograma de sus proyectos, entre muchas otras medidas, tendrán mayor probabilidad de sortear exitosamente este difícil contexto. Algunos de los principales desafíos que se debiesen considerar se detallan a continuación.

Desafíos de la administración de proyectos

– Planificación y control
Sabemos que la planificación es un elemento clave que debe utilizarse en todo el ciclo de vida de un proyecto, desde su conceptualización hasta su entrega al cliente. Sin embargo, pueden existir condiciones externas no consideradas en un inicio que dificulten el cumplimiento del plan de trabajo planeado. En este caso, se vuelve relevante el correcto análisis de la ruta crítica del proyecto a través del método del camino crítico (o CPM por sus siglas en inglés). Asimismo, este método permite calcular las holguras de todas las actividades respecto de los tiempos asociados a la ruta crítica.

– Gestión de costos y recursos
Cuando estudiamos una propuesta, una de las principales variables a considerar es el costo del proyecto. Muchas veces es una de las tareas más analizadas, pues no solo sustenta el proyecto, sino que también determina en gran manera el éxito de este. Para esto es importante reconocer que existen distintos enfoques para la elaboración de presupuestos, por lo que es clave saber identificar aquel que mejor se ajusta al proyecto a desarrollar. Además, se deben determinar medidas de control que permitan monitorear y gestionar aquellos cambios a la línea base de costos.

Otro punto relevante por considerar es estimar en el presupuesto el costo de las provisiones que permitan resguardarse de futuros riesgos que se pueden presentar en el proyecto. A su vez, es importante que los profesionales a cargo de la administración sepan evaluar el gasto presupuestado con el gasto real, ya sea mediante un análisis de variaciones u otros esquemas disponibles.

– Gestión de los riesgos
Probablemente la pandemia del covid-19 fue un evento que no fue considerado en ningún plan de gestión de riesgos, antes de que supiéramos de ella. Esta generó una pausa a nivel global y nos obligó a adecuarnos a las mínimas condiciones de trabajo. Sin embargo, a dos años desde su inicio, ha dejado múltiples aprendizajes respecto de la relevancia y de las ventajas que tiene el gestionar los riesgos. Es por eso, que el actual escenario nacional y global determinan la necesidad de considerar algunos imprevistos en los proyectos que antes no eran incluidos.

El proceso para diseñar un plan de gestión de riesgos de un proyecto inicia con la identificación de estos y sus principales características. Una herramienta útil dentro del proceso es elaborar una matriz de riesgo que permita evaluar el impacto de estos y contemplar las estrategias de respuesta para cada uno. Además, se sugiere complementar con un análisis cuantitativo, ya sea a través del valor esperado o árbol de decisión, para finalmente efectuar su seguimiento. Incluir un plan de monitoreo que contemple la identificación de nuevos riesgos, a lo largo del desarrollo del proyecto, es crucial para minimizar aumentos en el tiempo de ejecución y costos de este.

Gestión de contratos
Esta área comúnmente suele considerarse como controlada y ajena a los imprevistos y vicisitudes que se pueden generar en el contexto en el que se desarrolla el proyecto. Sin embargo, pequeños problemas aquí pueden generar grandes consecuencias a corto y largo plazo, por lo que es un gran desafío gestionar los contratos adecuadamente.

Uno de los aspectos más importantes es analizar las principales áreas problemáticas en la administración de contratos e identificar sus riesgos asociados. En este sentido, es determinante considerar la visión del ciclo de vida del contrato, poniendo énfasis en decisiones más estratégicas que tácticas. Finalmente, es importante definir adecuadamente el método de contrato y las métricas, a través de los indicadores claves de desempeño (KPI por sus siglas en inglés).

Ante un escenario complejo, el llamado es a prepararse. Es fundamental que profesionales de todas las disciplinas sigan consolidando conocimientos para afrontar los actuales desafíos y prepararse para los futuros. A su vez, es conveniente que aquellos directores de proyectos consideren la gestión y administración desde una mirada integral, considerando la interconexión entre todas sus áreas. El tiempo apremia, pero las herramientas para enfrentar los actuales desafíos están disponibles, sólo debemos aprender a usarlas.

En el Diplomado en Administración y dirección de proyectos, los estudiantes aprenden a aplicar marcos de referencia clave que los ayudan a dirigir y administrar integralmente diferentes tipos de proyectos de forma eficiente, moderna y efectiva. Además, el programa está ideado para que sean capaces de desarrollar un plan de dirección de un proyecto que satisfaga las expectativas de las partes interesadas y que agregue valor a la organización. Así, los alumnos logran consolidar las competencias teóricas y prácticas para participar activamente en la dirección de proyectos y en los actuales desafíos que tiene su administración.

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