A esta altura, para nadie es un secreto que el cambio climático es una gran amenaza para el planeta. Y la industria minera no está ajena al impacto que producen estos eventos climáticos; aluviones, escasez de recursos hídricos, precipitaciones extremas, entre otros que han afectado durante los últimos años a nuestro país.

Es precisamente por esta razón que la tendencia mundial (y nacional) está enfocada en renovar la industria, utilizando tecnologías que favorezcan la sustentabilidad y disminuyan los efectos adversos.

De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por su sigla en inglés) nuestro país es el líder indiscutido a nivel global en la producción de cobre. Solo en 2019, se exportaron más de 5.600 toneladas del mineral rojo. Debido a esto, el Gobierno ha promovido una serie de regulaciones para que el 100% de la gran minería del cobre tenga políticas vinculadas a un uso eficiente de los recursos hídricos y energéticos, y enfocados a la excelencia y continuidad operacional de las faenas.

En esta misma línea, el profesor de la Escuela de Ingeniería UC, Gustavo Lagos, señala que existen dos estrategias “populares” para la transición a una minería más verde: la economía circular y cobre reciclado, y la disminución de gases de efecto invernadero (GEI).

“La primera opción está respaldada por centros de estudio y mega empresa tecnológicas, y consiste en otorgar un rol central a la economía circular y a la sustitución de los metales primarios (de mina) por metales reciclados”, comenta Lagos.

La segunda alternativa, de acuerdo con el Ingeniero Civil, pareciera ser la más utilizada actualmente: “Disminuir los GEI es bastante simple en algunos casos. La mayor parte de esta reducción se refiere al cambio en la producción de electricidad por medios renovables. El reemplazo de las fuentes reduce en una cantidad enorme la generación de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, el promedio de emisiones de una planta termoeléctrica con carbón convencional es superior a los 1.000 gramos de CO2 equivalente por KWh.  En cambio, la huella de carbono de la electricidad producida a partir de biomasa de alta densidad, es de 25 gramos de CO2 equivalente por KWh. De la misma forma, las fuentes eólicas se ubican entre 5 y 10 gr.

Reducir de 1.000 a 10 es una reducción de 100 veces, ahí existe una oportunidad muy grande y es lo que actualmente están haciendo las mineras”. Otra alternativa que plantea el profesor es reemplazar el diésel que es utilizado en los vehículos de transporte y dentro de la mina, por una flota de vehículos eléctricos o incluso que funcionen con hidrógeno.

Según Gustavo Lagos, mediante la implementación y perfeccionamiento de la tecnología disponible, es posible disminuir la huella de carbono de la minería en un 70%. “Incluso hasta un 80% si introducimos el uso de hidrógeno”. Sin embargo, el docente explica que es difícil superar ese nivel de sustentabilidad. “A esta ecuación hay que sumar el transporte de los productos a destino, que se hace por mar y para eso también se usa diésel. Ahí hay una emisión importante y que no es fácil de reemplazar, se pueden comprar bonos de carbono, pero el mercado está poco regulado y aún no es tan estable, cosa que debiera cambiar en el futuro”.

El académico UC es positivo sobre el compromiso que tiene Chile a nivel internacional en cuanto a la reducción de GEI: “Aquí estamos bastante avanzados en cuanto a las metas que se plantearon por ley. Es más, este año se cumplen los objetivos propuestos para el 2025. Y las razones de esto, es que desde que se dictó la ley, la energía fotovoltaica y eólica han bajado mucho su precio, lo que ha hecho que sea rentable instalar este tipo de energía, y muchas empresas lo han implementado”.

Perfeccionamiento de los profesionales en la minería

Actualmente, la minería se ve enfrentada a diversos desafíos: cambio climático, reducción de GEI, uso de aguas, afectación de glaciares, disposición de relaves, accidentes en transporte, etc. “Es importante que los profesionales que se desempeñan en el área minera sepan enfrentar estos desafíos, analizando los problemas y proponiendo soluciones. Actualmente las empresas están haciendo esfuerzos importantes para entrenar y perfeccionar a sus colaboradores”, cuenta el docente UC.

Diplomado en Gestión del Negocio y Operaciones Mineras

Gustavo Lagos es también parte del cuerpo docente del Diplomado en Gestión del Negocio y Operaciones Mineras de Educación Profesional de la Escuela de Ingeniería UC. Este programa busca especializar a los profesionales de la industria minera, desde la exploración, hasta el procesamiento final de los productos mineros, poniendo foco en mejoras en la productividad y sus costos.

“Aprender sobre otros ángulos, saber cómo se analiza, conocer herramientas para resolver problemas son parte de los contenidos muy valiosos que el diplomado entrega y eso es apreciado por nuestros alumnos”, comenta Lagos.

El Diplomado en Gestión del Negocio y Operaciones Mineras comienza sus clases en formato streaming y presencial el 14 de mayo de 2021. Encuentra más información AQUÍ.