Fuente: ACTI

Brecha de género:

Apenas uno de cada 10 estudiantes de carreras relacionadas con la seguridad informática es mujer. Ante esto, especialistas coinciden en la urgente necesidad de elevar esa participación.

Hoy en día la ciberseguridad se ha convertido en uno de los campos tecnológicos más populares y de mayor crecimiento en el mundo. Y es que el incremento en el uso de tecnologías y la aceleración de la digitalización de los últimos años ha reflejado también un aumento en las ciberamenazas y, por ende, una imperativa necesidad de combatirlas.

Pero, a pesar de la evidente importancia de la seguridad virtual, del crecimiento continuo y de las nuevas oportunidades en esta industria, en el mundo aún existe una escasez de especialistas y, sobre todo, de presencia femenina en el área. Una situación que también se advierte en Chile. De hecho, según cifras de NovaRed, en nuestro país las mujeres representan el 25% de la fuerza laboral en el rubro de las Tecnologías de la Información (TI). Sin embargo, en cuanto a las carreras relacionadas específicamente con la ciberseguridad, solo el 10% del total de estudiantes son mujeres, lo que se condice con el 15% de participación femenina en los puestos laborales vinculados a la seguridad virtual que existen en mercado local.

Ariel Díaz de la Rosa, gerente comercial de NovaRed, asegura que «hasta el año 2017 en el país no existía ninguna universidad o instituto que impartiera carreras estrictamente en el campo de ciberseguridad, por lo que los profesionales que ocupan en la actualidad los puestos de trabajo se han ido especializando a través de cursos y certificaciones otorgadas por organizaciones del extranjero».

La directora ejecutiva de la Alianza Chilena de Ciberseguridad (ACC), Karin Quiroga, explica que hay varios factores sociales personales y de estereotipo que influyen en esta área. «En educación superior, la participación de mujeres en carreras tecnológicas se mueve entre 8% y 12%, lo que gatilla una oferta de profesionales femeninas bastante baja. Lo anterior muestra las profundas brechas en esta industria, y aunque se han visto algunas mejoras los últimos años, aún determina grandes desafíos en la línea de la inclusión, diversidad y paridad de género».

Limor Kessem, executive security advisor de IBM e invitada internacional de la pasada edición del Summit País Digital 2021, sostiene que «la fuerza laboral de seguridad del futuro necesita a los mejores y más brillantes, con un conjunto diverso de talentos. Esa es una de las razones para llevar a más mujeres hacia el área de la seguridad. Esto también es clave para fortalecer la postura de seguridad de la industria. Se necesitan personas de todos los orígenes; personas con habilidades creativas para la resolución de problemas, personas que puedan impulsar la colaboración y desafiar la mentalidad tradicional«.

Un estudio reciente de la organización GitHub señaló que las mujeres eran eficientes programadoras, dado que el 78% de los códigos que ellas escriben resultan funcionales, mientras que los hombres se situaron cuatro puntos por debajo.

Combatir la presencia

Debido a que la participación femenina en áreas tecnológicas está determinada por varios factores —individuales, familiares, escolares y sociales—, las acciones para «nivelar la cancha» deben ser abordadas desde distintas veredas, coinciden expertos. Para Claudia Inostroza, integrante de la mesa de Mujeres y Tecnología de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información (ACTI) y gerenta de Operaciones y coordinadora del Csirt de Reuna, la inequidad de género proviene principalmente de las carreras de ciencia y tecnología, en donde las mujeres no han sido potenciadas: «Si no se incentiva a las niñas desde pequeñas, no existirá la cantidad de mujeres profesionales en el área que permitan disminuir la brecha de género en la industria»

Asimismo, indica Quiroga, el ámbito laboral se debe potenciar a través de políticas inclusivas y tomando conciencia del aporte que realiza al desarrollo de las organizaciones y ambientes de trabajo la diversidad a los equipos de trabajo. «Dentro de las acciones concretas, la concientización toma un rol fundamental, y esto se puede desarrollar a través de distintas iniciativas, por ejemplo, visibilizar los modelos de rol de mujeres que se desarrollan en el ámbito, asignar cuotas asociadas a la contratación, educar en torno a temas de inclusión y paridad de genero, entre otras», dice.

Por parte de las organizaciones, diversas iniciativas se han desarrollado con el fin de visibilizar, concientizar y educar a través de agrupaciones de mujeres en ciberseguridad, nominaciones para destacar el potencial femenino en el área. Un ejemplo de esto es el encuentro «Mujeres en Ciberseguridad», de la ACC, donde se destacan a las especialistas en la materia, con el fin de dar tribuna a aquellas que se han desarrollado en variados ámbitos del rubro, tanto en Santiago como en regiones. Se busca, así, impactar a las organizaciones con los logros de estas profesionales.

Entre las recomendaciones que entregan los especialistas para combatir la brecha de género en las empresas están examinar la estrategia de talento por la cual se recluta, mejorar la participación y alcance de los colaboradores, construir un ecosistema de ciberseguridad local, contar con un programa de apoyo sólido para los nuevos trabajadores y concentrarse en el aprendizaje continuo y la mejora de las habilidades.

Avances en todo caso hay. A nivel mundial, y según el ISC Workforce Report 2020 Women in Cibersecurity, las mujeres constituyen el 25% de la fuerza laboral del área, cifra que en 2013 llegaba al 11%.