23 octubre 2025
En los últimos años, Chile se ha consolidado como uno de los líderes mundiales en el aprovechamiento de la energía solar, destacando por su capacidad para generar electricidad de manera eficiente, según un informe de Our World in Data. Actualmente, el país supera los 10.680 MW de potencia fotovoltaica instalada, cifra que representa aproximadamente el 40% de la capacidad total de energías renovables no convencionales (ERNC), situándolo como referente en América Latina.
Ante este escenario, comprender las diferencias, alcances y aplicaciones de las distintas tecnologías solares se vuelve cada vez más relevante. “La energía solar térmica y la fotovoltaica corresponden a sistemas de conversión que captan la radiación del sol y la transforman en formas de energía aprovechables por la sociedad o la industria”, explicó José Miguel Cardemil, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica y Metalúrgica (DIMM) UC.
Por su parte, Rodrigo Escobar, también académico del DIMM, precisó: “La energía solar térmica se utiliza para producir calor. Por ejemplo, en lugar de usar gas para calentar agua, se aprovecha el calor acumulado del sol. Este principio puede escalarse a procesos industriales. En cambio, la energía solar fotovoltaica convierte directamente la radiación solar en electricidad”.
Los investigadores subrayan que una de las principales diferencias entre ambas tecnologías radica en la incertidumbre asociada a sus herramientas de medición y simulación: mientras en el ámbito fotovoltaico estas son más precisas y estandarizadas, en el térmico aún presentan mayores márgenes de error, lo que dificulta su implementación y masificación.
Con el objetivo de abordar este desafío, desde la Universidad Católica de desarrolla el proyecto SHIPcal-CL, una plataforma de simulación abierta y gratuita que busca mejorar la precisión de los modelos de energía solar térmica. Actualmente en fase de desarrollo, se proyecta su transferencia al Ministerio de Energía en 2026, para que sirva como base en la evaluación de sistemas solares térmicos.
“Un elemento diferenciador de este proyecto es que no solo desarrollamos el código de simulación o la herramienta computacional, sino que además levantamos datos experimentales que permitan validar la información. Así, los desarrolladores o implementadores de proyectos solares térmicos podrán comparar sus cálculos con una instalación real”, destacó el profesor Cardemil.
La instalación piloto se encuentra en la piscina del Campus San Joaquín, donde se evalúa un sistema de baja temperatura, pero de dimensiones comparables a una instalación industrial de pequeña escala. “A partir de esta experiencia estamos generando un conjunto de datos experimentales medidos con sensores de alta precisión científica, lo que permitirá acotar la incertidumbre de los cálculos de diseño y entregar información confiable a la industria”, agregó el académico.
Nuevos programas de energía solar
Para contribuir a la especialización en el área energética, desde la Dirección de Educación Profesional de Ingeniería UC surgieron dos nuevos programas: el Diplomado en Energía solar térmica y el Diplomado en Energía solar fotovoltaica.
“Estos diplomados están fuertemente orientados a la aplicación práctica. Por supuesto, incluyen bases teóricas necesarias, pero desde el inicio se trabaja en el desarrollo de proyectos reales, partiendo por la evaluación del recurso solar, el análisis de datos de radiación y la selección de fuentes de información adecuadas para el dimensionamiento y diseño de sistemas”, explicó el profesor Escobar.
Si quieres conocer más sobre estos nuevos programas, puedes revisar aquí: