30 septiembre 2020
EDITORIAL
Claudia Halabí, Directora de Educación Profesional de Ingeniería UC.
Ph.D. en Economía, U. de Georgia. Ingeniero Comercial y Economista, U. de Chile.
El deseo de continuar estudiando responde a variados motivos de índole personal, independiente de las variables demográficas que caractericen a los postulantes, tales como edad, género, universidad de pregrado, industria donde trabaja, comuna de residencia, etc.
Esto quiere decir que, por ejemplo, no todos los varones de 35 años, residentes en una comuna determinada, que estudiaron ingeniería en la Universidad X, y que trabajan en el sector minero de nuestro país, postularán a un programa motivados por lo mismo, o buscando un resultado similar, pues cada uno tiene un estilo de vida diferente, actitudes propias, una imagen personal distinta y aspiraciones varias.
Esto se puede manifestar en argumentos como:
– “Estudio para acelerar mi carrera profesional, pues estoy atascado en el mismo cargo desde hace un buen número de años, y deseo aspirar a otros de mayor responsabilidad”, lo llamaremos el anheloso.
– “Deseo reubicarme a un área diferente de donde me desempeño hoy. Se me hizo rutinaria la supervisión de la operación, y deseo encargarme de la logística”, lo llamaremos el buscador.
– “Quiero actualizar mis conocimientos, ya que salí hace 8 o más años de la universidad, y se han desarrollado muchos métodos nuevos que no he aplicado”, lo llamaremos el estudioso.
– “Si mejoro mi CV, con un diploma de alguna universidad que posea un prestigio superior a aquella donde estudié, me llamarán a mejores trabajos”, lo llamaremos el perfeccionista.
Todos los anteriores son motivos diferentes y ninguno es más válido que otro. Aquí lo importante es el deseo de aprender, de aplicar lo aprendido y de crecer profesionalmente para ser un real aporte a las organizaciones que los requieran. Hoy el mercado cambió. ¿Qué necesitan las empresas?
Diversidad, en todo ámbito de la palabra. Necesitan al anheloso, al buscador, al estudioso, al perfeccionista, y a varios arquetipos más, de tal forma que se complementen para agregar valor a los equipos. Y, por sobretodo, compromiso con el deseo de hacer las cosas mejor cada día y esfuerzo, con una determinación de lograr más allá de lo posible.