PALABRA EXPERTA
Hans Löbel, Jefe del Diplomado en Herramientas Computacionales para Big Data y Análisis de Datos.

 

«Los datos son el nuevo petróleo». «Deje que los datos hablen». Todos hemos escuchado frases como estas durante el último tiempo, particularmente en el mundo de la computación y las tecnologías de la información. Y más allá de lo armadas y vendedoras que puedan parecer estas frases, es innegable que revelan el efecto que los últimos avances en el almacenamiento, procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos han tenido en la industria tecnológica. Es tan grande este impacto, que ya se habla de que estamos ad portas de una nueva revolución industrial, donde la llegada de algoritmos inteligentes basados en datos a todos los ámbitos productivos y de la sociedad cambiará profundamente el mundo. Y aunque en la práctica es apresurado hablar de que esta revolución es inminente, sí es probable que ciertos aspectos de ésta lleguen más pronto que tarde. Lo central de la situación es que, como en todas las transformaciones productivas, es necesario reaccionar rápido, ya que quienes estén más preparados y lleguen primero suelen ser los más beneficiados.

Frente a este hipotético nuevo escenario, y principalmente ante el miedo de perder valiosas oportunidades de nuevos negocios, la industria tecnológica mundial ha reaccionado generando rápidamente una altísima demanda por profesionales del área de la ciencia de la computación y afines. Así, según estudios recientes, se estima que los cerca de 300.000 especialistas de análisis de datos que habría en el mundo, gozan en promedio de las mejores condiciones de trabajo, en particular en el hemisferio norte. Pero a pesar de que estos números pueden resultar impresionantes, se quedan cortos frente a las expectativas de los analistas, que calculan que habrá varios millones de puestos por llenar en los próximos años. De esta manera, la principal limitante no es la falta de herramientas tecnológicas, sino que la escasez de especialistas.

A nivel local, esta situación plantea una problemática importante, ya que es conocida la tendencia de la industria nacional a no invertir en desarrollos propios y depender de la importación de tecnología. Y a pesar de que esto puede haber funcionado en el pasado, todo indica que no será posible subirse al carro del «big data» con esta estrategia. La experiencia internacional indica claramente que la implementación y uso exitoso de estas tecnologías requiere el involucramiento completo de verdaderos especialistas, en todos los niveles de una organización.

Afortunadamente, el último par de años ha mostrado algunas señales muy positivas. Además de la gran cantidad de emprendimientos que aplican estas tecnologías en distintos ámbitos, y del creciente interés que generan estos temas en los estudiantes de pregrado, existe un importante volumen de participantes en los programas de diplomado y magíster profesional en temáticas afines, tanto financiados por sus empleadores o por medios propios. Esto habla de que el mensaje pareciera está llegando a la industria nacional. Resta esperar entonces que, en el futuro cercano, estos nuevos especialistas nacionales en almacenamiento, procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos permitan generar un vibrante ecosistema tecnológico, que sea capaz de crear nuevos puestos de trabajo, además de productos y servicios innovadores para la industria nacional.

Te invitamos a postular al Diplomado en Herramientas Computacionales para Big Data y Análisis de Datos