Te invitamos a leer esta nota publicada en prensa donde entrevistan a Álvaro Soto, Jefe del Diplomado en Inteligencia Artificial de Ingeniería UC, quien indica que en Chile ya hay industrias que empiezan a apostar por la robótica.

Fuente: Diario Financiero

Hace una década comenzó a incorporarse tecnología robótica en rubros donde se hacen trabajos peligrosos y con labores muy repetitivas, como la minería, construcción, retail y acuicultura.

Según la Federación Internacional de Robótica (IFR), hay más de 1,63 millones de robots funcionando en el planeta y estiman que la demanda se aceleró desde 2010, debido a los grandes avances tecnológicos y a la creciente tendencia a automatizar los procesos de producción en las fábricas.

En Chile ya hay industrias que empiezan a apostar por la robótica y aunque el país no posee una infraestructura industrial como otras naciones donde se utilizan autómatas hace años en diferentes procesos, hay algunos sectores, como el retail, la minería, construcción, logística y acuicultura, que han incorporado diferentes tecnologías robóticas en su operación.

El retail trabaja desde hace un par de años con el robot Zippedi, creado por un equipo de académicos de la Universidad Católica (UC), que desarrolló un autómata que capta información de las góndolas de los supermercados y genera informes para indicar si hay stock suficiente de productos, si los precios están bien puestos o si un producto está en un lugar que no corresponde.

Álvaro Soto, académico del Departamento de Ciencia de la Computación de la UC y cofundador de Zippedi, señala que en el mundo hay un gran desarrollo de la robótica en industrias que no existen en Chile, como la automotriz, pero señala que en el último tiempo a nivel local ha habido un aumento del uso de robots en la minería, medicina y retail.

Explica que el desarrollo corresponde a la teoría de las 3D de la robótica, que inglés se refiere a danger (peligro), robot para trabajar en ambientes peligrosos como faenas mineras; dull (aburrido), robot para tareas repetitivas; y dirty (sucio), robot que se utilizan en espacios donde los humanos no pueden trabajar.

Daniel López, gerente de desarrollo de negocios de Godelius, empresa dedicada al desarrollo de soluciones robóticas para minería, explica que en esta industria existen muchas zonas donde no se puede operar con personas. «En el primado de la tronadura, el proceso de explosion en la minería, hay que adaptarse a un contexto geográfico peligroso para los operadores y eso lo hemos supervisado con un robot para hacer la tronadura a distancia», explica López.

En el caso de la construcción industrial, desarrollaron un robot que realiza el torqueo de pernos en el montaje de una estructura para asegurar que queden con la fuerza necesaria.

«Esto permite sacar al operario de la función en gran altura, donde tienen que cargar una máquina de más de 10 kilos para la operación», indica López.

Otra industria que está utilizando soluciones robóticas es la acuícola. En la Región de los Lagos, donde se concentra gran parte de esta actividad, la empresa chilena Tech Stream SpA desarrolla equipos de robótica submarina. En 2019 crearon «Kraken», un ROV -vehículo controlado por un operador humano remoto- para realizar trabajos rutinarios, como la inspección del sistema de redes de pesca submarina.

El CEO y fundador de la empresa, Hans Schmitz, explica que el ROV de cinco motores, funciona con energía directa provista desde la superficie por un cable umbilical, que le permite alcanzar los 150 metros de profundidad, sin perder potencia y sin necesidad de recargar o cambiar baterías, para revisar si hay pérdida de alimentos.

Hace unos meses le incorporaron un brazo electromagnético para unir y cerrar roturas de redes loberas en forma rápida para que los peces no sean comidos por lobos marinos. Una labor que antes realizaban buzos, pero no siempre estaban las condiciones marinas propicias para realizar la tarea.

Barreras y desafíos

Schmitz cuenta que para llegar hasta lo que hoy realizan, tuvieron que convencer a la industria de creer en esta tecnología. «Ahora el desafío es llevarlo más allá, generar más innovación para que nuestro robot realice otras funciones más peligrosas», indica el creador de Kraken.

López de Godelius, considera que la innovación es un tema complejo en la minería, ya que las empresas buscaban soluciones probadas en países líderes en el tema, como Australia o Canadá, aunque hoy hay mayor apertura.

«Ahora el desafío es seguir adoptando tecnología e incluso homologar innovaciones que pueden ser aplicables para otros rubros, como la construcción», afirma López.

Soto, cofundador de Zippedi, comparte el diagnóstico y estima que la penetración de la tecnología robótica da espacio a que se creen nuevos robots para bodegas, hospitales, seguridad o repartiendo medicinas.

«Es una oportunidad tecnológica que está apareciendo, el tren ya empezó a andar, por lo que estamos a tiempo de subirnos y generar un impacto en beneficio de la gente», dice Soto.