El profesor de Educación Profesional, Javier Pereda, se encuentra participando de un equipo conjunto encargado del desarrollo de un sistema capaz de inactivar ciertos patógenos. Se espera poder probar el dispositivo durante los próximos días. Lee la nota completa de Qué Pasa a continuación:

El sistema cabe en una caja pequeña que se conecta a la red eléctrica, y puede inactivar el 99% de patógenos pertenecientes al mismo grupo de los coronavirus. Será probado en sitios de atención hospitalaria y podría ser utilizado en el transporte público.

De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los desinfectantes más eficientes para virus y bacterias es el ozono, un gas que en concentraciones adecuadas, consigue una inactivación del 99% de patógenos pertenecientes al mismo grupo de los coronavirus.

En el caso de estos últimos, este gas ataca a la cadena genética del virus (ADN o ARN) provocando la desnaturalización de sus proteínas e impidiendo que el virus se reproduzca.

Entre sus ventajas, se cuenta la inexistencia de residuos, eliminación de los malos olores, bajo costo y rapidez.

Asimismo, el correcto uso de los generadores de ozono por parte de personal capacitado, garantiza un ambiente seguro, fresco y agradable en los espacios tratados, los cuales deben permanecer cerrados y sin público al momento de ser administrados.

Por ello lo innovador del proyecto realizado por un grupo de ingenieros chilenos que buscan desinfectar espacios con alta exposición al virus, mediante la ionización controlada del aire.

Se trata de un grupo de académicos y alumnos de Ingeniería Eléctrica y de Mecánica y Metalúrgica de la Universidad Católica (UC), apoyados por especialistas en Infectología, desarrollaron un generador de ozono de bajo costo para eliminar la carga viral en espacios críticos.

“Nuestro generador de ozono de bajo costo, para desinfectar áreas críticas, busca reducir el contagio de covid-19, considerando que el virus es altamente contagioso y puede permanecer días en las superficies”, indicó Pereda, profesor de Ingeniería Eléctrica UC.

«El sistema cabe en una caja pequeña, que se conecta a la red eléctrica, logrando desinfectar espacios completos en sólo 20 minutos de operación”, cuenta el especialista, añadiendo que ya ha sido probado en el laboratorio en un espacio de tres metros cuadrados.

En la práctica, Pereda precisó que el ozono se genera mediante un campo eléctrico considerable que transforma el oxígeno del aire en este gas, que tiene un intenso poder oxidante, capaz de descomponer las moléculas de la membrana viral.

Con el objetivo de reducir la tasa de contagio, el académico añade que se deben seguir estrictos protocolos que reducen la disponibilidad de lugares estratégicos para combatir la enfermedad, como pabellones, box de atención y ambulancias, en el caso del sistema de salud.

“De ahí la idea de usar el ozono en esta versión más económica y fácil de escalar, porque es un poderoso desinfectante, superior al cloro. Está probado que elimina virus similares, como el SARS, en un 99%”, sostuvo.

El equipo de ingenieros probará la próxima semana esta innovación en salas de reanimación, pabellones, box de urgencias y salas de espera de atención a pacientes. También esperan llevar la aplicación a buses de transporte público, trenes urbanos y aviones, entre otros.

El proyecto es parte de la mesa de trabajo que promueve la Vicerrectoría de Investigación UC, en conjunto con Medicina, el Centro de Innovación y otras facultades de la universidad, a través del aporte de nuevas ideas para enfrentar el peak de la pandemia.