Una promoción de ingenieros acostumbrada a juntarse periódicamente, que no ha podido hacerlo hace dos años por efecto de la pandemia, decide efectuar una actividad de esparcimiento, donde, como siempre, cada uno participa desde su propia experiencia y la especialización en que se ha desarrollado recientemente. Es por ello, que el equipo multidisciplinario tiene posibilidades de éxito, como también de convertir aquella actividad en una fuente inagotable de experiencia y, por qué no, de recuerdos de fallos memorables, como solía ocurrir cada vez que se juntaban.
Por ello, no hay mejor opción que transcribir la conversación, que se dio según la actividad a que se dedica cada uno de los exalumnos:
– Liderazgo y Motivación: ¡Hagamos un asado! ¿Quién se anota?
– Administrador Informático: ¿Qué les parece si transmitimos la invitación por varias plataformas y así los interesados se registran en línea para saber cuántos vamos?
– Gestión de Personas: ¿Alguien sabe cuántos somos?
– Finanzas: ¿Fijamos primero la cuota para que sepan en qué se están anotando?
– Mesa de dinero: Si juntamos la plata antes, en una semana la hago rendir y nos sale gratis el sour.
– Investigación de Operaciones: Veamos primero el lugar para definir cómo nos vamos y, sobre todo, cómo nos volvemos.
– Autopistas Concesionadas: Tenemos vías para todas las parcelas donde se haga asados.
– Evaluación de Riesgos de Catástrofes: Yo puedo preparar un plan de evacuación en cuanto me indiquen el lugar donde lo hagamos, uno nunca sabe.
– Comercio Exterior: Veamos entonces qué vamos a comprar, ha llegado buena carne brasilera y muy barata.
– Agroindustria: Por favor, no compren embutidos para la parrilla.
– Medio Ambiente: ¿Y si en vez de carbón usamos unas parrillas eléctricas o solares, que contaminan menos? Yo sé que logran altas temperaturas y cocinan muy bien.
– Electricidad: Podemos probar una con panel solar, según el día y lugar que elijamos.
– Forestal: Tengo unas barras de pellet que da gusto como encienden.
– Construcción: Según el lugar, podríamos hacer un buen quincho y lo dejamos para futuras juntas.
– Capacitación: Si me ayudan a llevarlas, puedo ponerme con las sillas de clases, así estamos más cómodos.
– Administración Hotelera: Yo me consigo la vajilla, sólo habría que devolverla limpia.
– Asados a domicilio: ¿Y si mejor me contratan a mí, con precio amigo? Tengo todo incluido, hasta parrillero y mozos.
– Impuestos Internos: Siempre y cuando des la boleta respectiva…
– Evaluación de proyectos: ¿Seguro que esto va a resultar?
– Autoridad Sanitaria: Tendremos que verificar la Fase del Plan Paso a Paso en que esté la comuna donde lo vamos a hacer, y aforos permitidos…
– Buscando nuevas oportunidades: Mejor dejémoslo para más adelante.
Dentro de las crónicas del estudiante en crecimiento, habitualmente se menciona que “el lenguaje construye realidades”, sin embargo, a pesar de la simpleza de la propiedad conmutativa y que el orden de los factores puede alterar el producto, en ocasiones olvidamos que las realidades también son las fuentes naturales con que se construye el lenguaje, en un devenir consuetudinario. La óptica de una misma situación se percibe con sentidos que, a través de su propia historia, interpretan los datos y le dan características técnicas y funcionales desde la esfera conocida, así como también pueden adquirir cualidades sobrenaturales o místicas a partir del aprendizaje previo del observador o la carencia de éste.
De todo lo anterior, podemos reflexionar acerca de lo que nuestros propios aprendizajes y vivencias nos dicen sobre una realidad, en que podemos darle nombre a lo que no conocemos o ajustar el nivel de detalle del nombre de aquello que ya nos resulta familiar. El lenguaje también se construye a partir de la ciencia e ingeniería, cada elemento nuevo se vuelve un demandante de nombre, cada descubridor o científico sabe que su nombre también puede asignarse a algún nuevo conocimiento universal, no obstante, el mismo conocimiento podría tener otro nombre, dado por un sujeto diferente en un momento y lugar diverso. Si adoptas y nombras una mascota, que tuvo un dueño anterior que también le dio un nombre, ¿Cómo se llama realmente? Si descubres y nombras una nueva estrella (que por supuesto nació muchísimo antes de ti), pero una forma de vida extraplanetaria también le dio un nombre, ¿Cómo se llama esa estrella?
Ahora bien, retomando el asado de la promoción: desde tu actual ocupación intelectual, ¿Cuál sería tu aporte a esa conversación?