Convertir a Chile en un polo de desarrollo para Latinoamérica y el mundo es el objetivo principal del nuevo Centro Nacional de Investigación en Inteligencia Artificial (NAIR, por sus siglas en inglés).

El nuevo organismo fue adjudicado este miércoles 8 de septiembre y forma parte de los Centros Basales de Excelencia del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Conocimiento (MinCyT).

NAIR tendrá como director a Álvaro Soto, del Departamento de Ciencia de la Computación de la Universidad Católica; y como sub-directora a Marcela Peña, académica del Laboratorio de Neurociencias Cognitivas de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica. Además, el equipo de investigadores incluirá a nueve académicos del Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional de la Universidad Católica (IMC): Pablo Barceló -director del IMC-, Paula Aguirre -jefa de programa de la Licenciatura en Ingeniería en Ciencia de Datos-, Eduardo Cerpa, Manuel Sánchez, Pedro Saa, Carlos Pérez, Carlos Sing-Long, Mircea Petrache y Luis Cristóbal Rojas.

“Esperamos que NAIR sea un motor que potencie las capacidades de excelencia que tenemos en el país en inteligencia artificial, jugando un rol clave en la transferencia tecnológica, el desarrollo de nuevo conocimiento y la diseminación de una IA centrada en mejorar la calidad de vida de las personas”, señala Álvaro Soto, director de NAIR.

Marcela Peña, directora alterna de NAIR y quien se especializa en neurociencia cognitiva, comenta que uno de los objetivos de su equipo es aplicar algoritmos de IA para comprender mejor cómo funciona el cerebro y la mente humana, y diseñar aplicaciones basadas en IA para promover la salud mental: “Buscamos explorar la potencialidad de los acercamientos de la inteligencia artificial en el modelamiento del desarrollo cognitivo, para beneficiar los estados de ánimo, los aprendizajes, la salud del cerebro, la mente y la conducta. Esperamos que estos saberes basados en datos contribuyan a que las personas y las naciones (Chile) promuevan permanentes mejoras en las condiciones de vida”.

El nuevo centro se estructurará en cinco líneas de investigación:

Aprendizaje profundo para la visión y el lenguaje

Denis Parra y Álvaro Soto, Depto. Ciencia de la Computación, Universidad Católica, IMFD

Su objetivo será explorar tanto el potencial como los límites de los modelos de aprendizaje profundo (deep learning), con enfoque en la visión y el lenguaje. Además, se buscará desarrollar nuevas teorías sobre los mecanismos de aprendizaje detrás de la DL y sus capacidades.

Inteligencia artificial neuro-simbólica

Pablo Barceló, Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional UC, IMFD; y Leopoldo Bertossi, Universidad Adolfo Ibañez, IMFD 

Busca crear puentes entre el aprendizaje profundo y la inteligencia artificial simbólica, creando aplicaciones orientadas a inteligencia artificial explicable, ética y justa.

Inteligencia artificial inspirada en el cerebro

Pedro Maldonado, Neurociencias, Universidad de Chile; y Marcela Peña, Psicología, Universidad Católica de Chile

Busca congregar a científicos de neurociencia, psicología cognitiva e inteligencia artificial para aprovechar los conocimientos de las operaciones anatómicas y cognitivas de los cerebros biológicos, con el fin de iluminar a los investigadores de inteligencia artificial.

Aprendizaje automático basado en la física

Paula Aguirre, Eduardo Cerpa, Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional, Universidad Católica de Chile (IMC UC)

Matemáticos, científicos físicos y de inteligencia artificial buscarán aprovechar los conocimientos de las ciencias físicas para desarrollar modelos de aprendizaje automático basados en relaciones causales.

Inteligencia artificial centrada en el ser humano

Marcelo Mendoza, Universidad Técnica Federico Santa María, IMFD; y Bárbara Poblete, Universidad de Chile, IMFD

Transparencia, seguridad y uso justo de tecnologías serán el foco de esta línea, como también las metodologías para evaluar su impacto. En esta área, se buscan aplicaciones para evitar problemas como la intrusión de la privacidad, la falta de seguridad y los sesgos dañinos, y para promover nuevas herramientas para una IA interpretable y explicable.

En la creación de NAIR trabajaron activamente investigadores de otros centros científicos, como el Instituto Milenio Fundamentos de los Datos y del Laboratorio de Inteligencia Artificial IA LAB, además las universidades asociadas al proyecto.