En la nota de El Mercurio, el profesor Gustavo Lagos, del Diplomado en Gestión del Negocio y Operaciones Mineras, comenta acerca del alza del metal rojo. Léela completa a continuación:
La principal exportación del país sigue entregando alivio a las arcas fiscales, producto del mejor rendimiento que está teniendo en los mercados mundiales.
Ayer, el cobre dio un salto de 2,69%, cotizándose en US$ 3,02 la libra, su valor más alto desde el 27 de junio de 2018, cuando se transó en US$ 3,03. El metal acumula, además, tres días consecutivos de alzas, que significan un avance de 5,12%.
Entre las razones que explican esta variación, desde Cochilco apuntan a que se trata de factores como la caída en la producción de cobre refinado en China, el aumento de la liquidez financiera en ese país, la menor actividad de fundiciones y la depreciación del dólar.
“Es difícil anticipar un techo para el precio del cobre. No obstante su volatilidad, vemos que mantendrá un sólido impulso al alza en el corto plazo”, señaló el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Marco Riveros.
La menor refinación de parte de las fundiciones chinas es una señal del impacto en la oferta de concentrado de cobre de países que han tenido que detener operaciones como Perú o Panamá.
Es por esto que los expertos apuntan a que el precio podría seguir subiendo, debido a que la demanda, principalmente de China, debiese normalizarse durante el segundo semestre. A nivel local, también se prevén impactos en la producción que se traducirían en una menor oferta.
Aunque a la fecha las grandes mineras que operan en el país han mantenido en línea sus producciones respecto del año pasado, se trata de cifras inferiores al crecimiento proyectado para este ejercicio.
“Creemos que no se podrán evitar las consecuencias de mantener la continuidad operacional con menores dotaciones, efectos que son diferidos en Chile y que se comenzarán a ver ahora y se extenderán en 2021”, explica el director ejecutivo de Plusminig, Juan Carlos Guajardo.
“También existe una menor disponibilidad de chatarra, que es relevante como oferta de cobre refinado. Ese mercado secundario se ha visto afectado con la pandemia, y si eso se suma a una demanda que se recuperaría en el segundo semestre, tenemos un precio al alza”, sostiene la directora de estudios de la consultora Vantaz, Daniela Desormeaux.
Alivio fiscal
Superar la barrera de los US$ 3 puede traducirse en que el mineral sea un alivio para las finanzas públicas, impactadas fuertemente por la pandemia. En el último Informe de Finanzas Públicas de la Dipres se estimó un valor del metal promedio en US$ 2,48 la libra, mientras que el promedio del año ya alcanza los US$ 2,58 la libra.
Las estimaciones de los expertos apuntan a que el precio spot debería mantenerse al alza el resto del año. Según Gustavo Lagos, profesor de la Universidad Católica y experto en minería, si el precio se mantuviera en los niveles actuales promediaría cerca de US$ 2,70 la libra en el año y cada centavo de dólar adicional en la cotización del metal rojo aportaría en torno a US$ 50 millones, por lo que con 20 centavos extra de cotización el efecto en el fisco sería significativo.
“Con 20 centavos extras estamos hablando de un impacto de recursos adicionales de cerca de US$1.000 millones. Ese es el impacto que podría tener el precio del cobre en caso de que se mantenga o suba más”, precisa.
La economista senior de Libertad y Desarrollo (LyD), Macarena García, ve un impacto más acotado. “Los datos de las finanzas públicas están jugados a junio, la recaudación minera ha bajado brutalmente hacia los últimos meses, entonces para este año no solo va a impactar el precio, sino también la capacidad de producir y el aumento de costos, que también se han visto golpeados”, advierte. La experta estima por ahora recursos adicionales para el fisco del orden de US$ 400 millones.
Efecto dólar
El alza del cobre también tuvo como efecto la caída de más de $11 en el tipo de cambio, que ayer cerró en $783. “Al ser exportadores, si el precio del cobre sube, se generan expectativas de que ingresarán más dólares al país, pero son expectativas, porque no es que esos dólares entren hoy, e incluso puede que ni siquiera entren”, explica Desormeax.
No obstante, a nivel global se trata de un fenómeno diferente, que se explica por los grandes paquetes de estímulos anunciados por los gobiernos de las principales economías del mundo.
“Lo que está pasando es que se están buscando las mejores alternativas para invertir la gran liquidez que hay en el mercado y en vez de ir al dólar, se están valorizando commodities como el oro y el cobre. Pienso que es una señal de desconfianza ante estas políticas monetarias tan amplias, que podrían tener consecuencias sobre la economía de Estados Unidos y sobre el dólar”, asegura Guajardo.