Fuente: Pulso – La Tercera
La cotización al contado del metal cerró su peor semana desde marzo del año pasado.
– Tras la positiva racha alcista del precio del cobre, que lo llevó a alcanzar un máximo histórico a mediados de mayo impulsado por la recuperación de la demanda en China y los planes de estímulo aplicados por las mayores economías mundiales -y que llevaron a diversos bancos de inversión a mejorar sus perspectivas para los valores del metal en los próximos meses-, los últimos movimientos en el mercado han dado muestras de una tendencia contraria.
La cotización al contado del metal, la principal exportación del país, cerró este viernes con un retroceso de 2,45% a US$4,175 la libra en la Bolsa de Metales de Londres, con lo que anotó su menor nivel desde el 15 de abril.
Así, en la semana acumuló un descenso de 8,2%, registrando su peor desempeño semanal desde marzo del año pasado, cuando los efectos de la pandemia comenzaban a azotar los mercados.
En tanto, desde su máximo histórico de US$ 4,8646 la libra que alcanzó el 10 de mayo ha perdido más de 14% de su valor.
Señales bajistas
Pero ¿qué es lo que explica este brusco cambio? las razones están en potentes señales dadas esta semana por las dos mayores economías mundiales.
Por un lado China, el principal consumidor mundial de metales, anunció, entre otras medidas, su decisión de liberar metales industriales de sus reservas nacionales para frenar los precios de las materias primas y reducir la especulación, lo que incluye al cobre, el aluminio y el zinc.
La iniciativa, que busca evitar que los productores deban traspasar a precios el alza en los costos presionando la inflación, sería la primera liberación de reservas de cobre anunciada oficialmente por Pekín desde 2005.
Y de este modo la reacción de los mercados no se hizo esperar. «Hace años que el país no libera reservas estatales», dijo Jia Zheng, operador de materias primas de Shanghai Dongwu Jiuying Investment Management Co, en declaraciones a la agencia Bloomberg. «Esto impulsará la oferta a corto plazo, enviando una señal bajista al mercado», añadió.
Una opinión similar tiene Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, quien señala que «en los últimos días se han estado desplegando algunos factores que de cierta manera han consolidado una tendencia a la baja del precio del cobre».
En este sentido, añade que entre los elementos más importantes se encuentran los indicios que está entregando el gobierno chino para moderar los precios de las materias primas, lo que se ha traducido en la intervención de la agencia que regula a las compañías estatales en cuanto a conocer sus posiciones en commodities tanto en China como el extranjero, el anuncio de las reservas estratégicas y algunas otras decisiones menores como el control del índice de materias primas en China.
«Estas son señales que refuerzan lo que ya venía produciéndose, que es una moderación del crecimiento económico en China, al parecer el peak de la actividad económica se produjo a comienzos del año y ahora vamos a estar en un tono más bajo, el segundo elemento es la reunión de la Fed, que indica por primera vez cuánto estaría comenzando la subida de tasas de interés», afirma.
Sin embargo, algunos analistas estiman que el efecto en los precios no seguiría siento tan severo. Al respecto Gustavo Lagos, académico de la Escuela de Ingeniería en Minería de la UC, indica que «lo que el gobierno chino nunca ha dicho es cuánto y cuándo va a liberar parte de sus reservas estratégicas de cobre. Tampoco se sabe cuál es el precio del cobre que el gobierno chino le parece que estaría en línea con los fundamentos (oferta y demanda). Por ello es poco probable que el propósito sea alterar fuertemente la oferta de cobre, es decir, forzar a una baja adicional importante del cobre, por ejemplo, bajo US$4 la libra».
Efecto de la Fed
A las noticias desde China esta semana se sumó un nuevo golpe para el mercado. También bajo la amenaza de la perspectiva de un aumento en la inflación, la Reserva Federal de Estados Unidos dio indicios de que podría comenzar a dar fin a su política monetaria ultraexpansiva.
El banco central estadounidense elevó su proyección para la inflación este año a 3,4%, un incremento que supera en un punto porcentual a la estimación de 2,4% entregada en el reporte de expectativas de marzo.
Y si bien la Fed no especificó si ello implicaría un cambio en su política monetaria, los analistas interpretaron el escenario como una señal de que ello podría ocurrir y los mercados reaccionaron con caídas.
Bank of America destacó el tono más agresivo en la comunicación que se ofreció tras la reunión de dos días del Comité de Política Abierta de la Fed: «La gran sorpresa provino de los puntos donde la expectativa media ahora es de 2 aumentos (en la tasa de interés) en 2023 con solo 2 puntos de 2022 que también muestra un aumento».
En este contexto, el dólar a nivel internacional también reaccionó al alza presionado aún más a la baja del precio del cobre, ya que un incremento en la divisa encarece la compra del metal, debilitando la demanda.