Decidí estudiar el Diplomado en Ingeniería, Diseño e Innovación ya que anteriormente fui a un seminario de este programa y me pareció muy interesante el término «antrodiseño«, era un concepto totalmente nuevo para mi y su significado me atrajo mucho, algo enfocado completamente en las personas.
Siempre he pensado que hay cosas que utilizamos a diario y que son muy difíciles de llevar. Sentí que este diplomado me podía llevar a ser un agente de cambio, para mejorar las condiciones de las personas, en su vida diario o en su ámbito laboral.
La experiencia que tuve durante el diplomado fue excelente, me encantó la relación de amistad que pude generar con mis compañeros de curso, nos ayudamos mutuamente y estimulamos nuestras ideas con críticas constructivas para sacar los proyectos adelante.
Los profesores mantuvieron la cercanía con nosotros, siempre abiertos a consultas y a generar instancias de retroalimentación. También demostraron cariño y pasión por los contenidos que nos impartieron, algo que agradezco y valoro muchísimo. Se necesitan más personas que amen lo que hacen, como los profesores de este diplomado.
El diplomado me enseñó una nueva forma de enfrentar los proyectos y la vida, pensando de forma diferente. Fue necesario un cambio de mentalidad, una “re-ingeniería de pensamiento”, con un espíritu muy marcado de investigación del proceso y del usuario, para así entregar una solución más acertada y sin complicaciones.
En mi vida laboral, ha significado tener menos problemas de implementación en nuevas exigencias laborales. En mi vida personal, el diplomado me ha ayudado en el diseño de un emprendimiento de sistemas de gestión basado en las personas.
A quien esté interesado en este diplomado, le diría que se atreva a participar de una hermosa experiencia de aprendizaje, retroalimentación y constante cambio de paradigmas. Al terminar este programa, incluso será una mejor persona.