Hace unos días se realizó el encuentro «AI for Good» organizado por la ONU, donde reunieron a nueve de los robots más avanzados del mundo para entablar un diálogo con los asistentes, abordando temáticas que preocupan a la sociedad en torno a la inteligencia artificial (IA).

Durante la conferencia de prensa, Ameca (uno de los robots humanoides) descartó la idea de que se produzca en el futuro una revelación contra sus creadores. «No estoy segura de por qué piensas eso… mi creador ha sido más que amable conmigo y estoy muy feliz con mi situación actual», señaló.

Sobre esta noticia, el profesor del Diplomado en Inteligencia artificial, Carlos Aspillaga, comentó «para mí, es una noticia muy positiva ver cómo las personas que están detrás de la inteligencia artificial tienen el juicio suficiente como para crear sistemas con criterio».

«Se alinea mucho con el criterio que nosotros promovemos en el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA) y en el Diplomado en Inteligencia artificial de la UC. Siempre fomentamos que la inteligencia artificial sea vista como una herramienta que viene a potenciar y a complementar las habilidades humanas, pero en ningún caso las viene a reemplazar, ni poner en peligro», indicó el investigador del CENIA.

En cuanto al desarrollo de este tipo de proyectos en Chile, CENIA está desarrollando un sistema llamado Fiona, un módulo robótico que tiene la capacidad de responder ciertas solicitudes. El objetivo de Fiona es educativo, busca mostrarle a las personas qué se puede hacer, cómo se puede interactuar y actúa como una herramienta complementaria.

«Nosotros, como CENIA, tenemos el compromiso de educar a las personas en esta tecnología (…) Fiona nos ayuda en eso porque le da un poco más de cercanía a esta noción de inteligencia artificial, que para muchos es como un poco lejana. El hecho de poder interactuar directamente con un sistema de este estilo y poder identificar sus fortalezas y debilidades nos ayuda con este mensaje de educar a las personas y demostrarles cómo funciona”, añadió el experto.

A nivel conversacional se están desarrollando aplicaciones tipo chat, con una interfaz de texto, donde la persona puede hacer preguntas y el sistema responde de acuerdo a ciertos criterios.

Sobre las diferencias que existen entre la toma de decisiones de un humano y las de un robot, el profesor de Educación Profesional, indicó que «los sistemas de inteligencia artificial vienen a complementar las capacidades y la creatividad humana, y yo soy un convencido de que no vienen a reemplazarlas».

Ventajas y desventajas

En cuanto a las ventajas y desventajas de cada uno, se puede señalar que los sistemas de inteligencia artificial pueden operar de manera muy rápida. En pocos segundos pueden entregar una respuesta, mientras que un ser humano tardaría más en responder.

En la misma línea de lo anterior, esta tecnología tiene la capacidad de analizar más datos de manera simultánea que una persona. Los seres humanos tenemos sesgos cognitivos y limitación de memoria.

En el caso de las personas, una de las grandes ventajas es que tienen la capacidad de trabajar en ambientes con incertidumbre o escasez de información; por lo tanto, es necesario contar con un alto nivel de flexibilidad. En contraste, los sistemas basados en inteligencia artificial son rígidos y no cuentan con la capacidad de adaptarse a nuevos ambientes.

Respecto a los desafíos sobre la implementación de este tipo de tecnología en diversas áreas, el docente señaló:

1. Resolver las limitaciones: Los sistemas cometen errores y no resuelven bien ciertas tareas.

2. Sesgos: Generalmente la inteligencia artificial se entrena a partir de datos históricos y estos contienen sesgos de género y étnicos, priorizan ciertos grupos por sobre otros, por lo que no es 100% imparcial.

3. Regulación: Hoy no existen normas claras que definan cómo debería operar esta tecnología y con qué criterios.

4. Educación: Es importante que las personas aprendan cómo aprovechar eficazmente la tecnología y la inteligencia artificial, para  lograr una colaboración efectiva entre ambos. La evolución de roles, donde las habilidades humanas se optimizan y los sistemas autónomos asumen tareas desafiantes o riesgosas, define una relación en constante desarrollo para un beneficio conjunto.

Los expertos afirman que la inteligencia artificial debe ser comprendida como una herramienta complementaria al ser humano. En este contexto, la educación desempeña un papel fundamental para garantizar que las personas logren una interacción positiva con esta tecnología. Esta colaboración no solo marcará un hito en la forma en que nos relacionamos con la IA, sino que también tendrá un impacto en cómo enfrentamos los desafíos y oportunidades.

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