La tecnología nos sorprende día a día con sus notables avances en diversas materias. Sin embargo, durante este último tiempo, la mayor parte de los esfuerzos se han visto volcados hacia combatir la actual pandemia de Covid-19.

El pasado 28 de marzo de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciaba el lanzamiento la app móvil «MyHealth«, la que según la institución, está diseñada para combatir la propagación de información falsa y errada sobre el Covid-19. Esta aplicación se une un chatbot de Whatsapp anteriormente lanzado por la OMS.

Con el objetivo de entregar siempre las últimas actualizaciones sobre el estado de la pandemia, información y número de contagios, gran parte de estas aplicaciones se realizan con su código abierto, es decir, cualquiera que maneje el lenguaje, puede aportar al desarrollo o a enriquecer la herramienta.

Jaime Navón, jefe de programa del Diplomado en Programación y Aplicaciones de Python, comenta sobre la utilización de este lenguaje de programación a la hora de hacer aplicaciones, «la principal ventaja de Python, es que es un lenguaje que permite construir, ya sea una aplicación web o un sofisticado algoritmo de análisis de datos o de Inteligencia Artificial. Otra de las ventajas que tiene este lenguaje de programación, es que es muy fácil interactuar con bases de datos relacionales y no relacionales».

Es decir, el lenguaje puede interactuar con bases de datos que están organizadas en trozos pequeños y que se relacionan entre ellos mediante identificadores (relacionales). Y también con bases no relacionales, que a diferencia de las anteriores, no poseen un identificador que relacione entre un conjunto de datos y otros.

Navón comenta también sobre las posibilidades que presenta a la hora de programar aplicaciones que ayuden a reducir los efectos de la pandemia. El profesor explica que «las aplicaciones más útiles que se podrían programar con Python, son principalmente de análisis y visualización de datos, tracking de personas, y cálculos de proyecciones, entre otras».

Sin embargo, es importante considerar también el aspecto ético y legal de la utilización de datos. Jessica Matus, directora de Fundación Datos Protegidos comentó al Diario La Tercera que «cualquier aplicación que implique el tratamiento de datos personales de cualquier ciudadano, y que incluya dentro de esos datos sensibles, que son datos de salud, de geolocalización, datos de menores de edad incluso, se trata de información que es especialmente protegida y, por lo tanto, tiene un estatus jurídico que es superior donde se tiene que garantizar no solo su privacidad, sino el uso legal de esos datos».