28 mayo 2025
Hoy utilizamos la tecnología para una infinidad de tareas y no dimensionamos el potencial de las herramientas que empleamos.
En varios casos, estas tecnologías se complementan de manera estratégica, generando una sinergia virtuosa que impulsa mejores desempeños, reduce costos y optimiza procesos en las organizaciones. Este es precisamente el caso de la computación en la nube (Cloud Computing) y la Inteligencia Artificial (IA).
“El trabajo en la nube es un desarrollo tecnológico que ha resultado ser útil en una cantidad enorme de escenarios, como las aplicaciones móviles. Con respecto a la IA, es muy difícil implementarla actualmente sin servicios de Cloud Computing, porque se requiere de un poder de cómputo muy grande, capacidades de almacenamiento y gestión de datos. Por eso, hay una sinergia muy grande entre ambas”, explicó el profesor del Departamento de Ciencia de la Computación de Ingeniería UC, Jaime Navón.
El académico destacó tres elementos clave del uso de la nube en proyectos de inteligencia artificial. El primero es el acceso a capacidad de cómputo escalable, que permite entrenar modelos sin necesidad de contar con hardware especializado, contratando los recursos únicamente por el tiempo necesario, lo que a su vez reduce significativamente los costos, especialmente durante la etapa de entrenamiento.
En segundo lugar, subrayó la gestión y almacenamiento eficiente de grandes volúmenes de datos, fundamentales para el aprendizaje automático. Y, en tercer término, la disponibilidad de servicios de IA ya desarrollados, que permiten implementar soluciones sin necesidad de partir desde cero.
“Por ejemplo, si necesito un sistema de reconocimiento facial, no tengo que desarrollarlo desde el inicio: puedo contratar uno disponible en Azure. Lo mismo ocurre si quiero transcribir o resumir videos. Estos servicios pueden consumirse directamente, lo que representa un gran potenciamiento”, añadió el profesor Navón.
No obstante, advirtió que el uso de tecnologías emergentes también implica riesgos, especialmente en lo que respecta a la privacidad de los datos, un aspecto que requiere constante atención, incluso con los avances actuales. “Aunque problemas como la privacidad y el sesgo siguen existiendo, la computación en la nube puede ayudar a las organizaciones a cumplir con normas legales y de seguridad (compliance), gracias a ciertas herramientas que ofrece. Sin embargo, no es una solución perfecta ni garantiza que todo estará bajo control, por lo que siempre es necesario tomar precauciones”, explicó el docente.
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