15 mayo 2020
Fuente: Las Últimas Noticias
El interruptor se dejó operando en forma permanente para acelerar los ciclos del cambio de luz y los transeúntes no tengan que pulsarlo para cruzar.
Presionar el botón de los semáforos para activar la luz verde que permite al peatón no tener que esperar tanto para cruzar ya no será necesario. Al menos en 736 intersecciones de cuatro regiones del país, luego de que el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones modificara la operación de los semáforos que cuentan con ese interruptor.
La idea es que los transeúntes no requieran apretar la botonera, para mejorar el flujo peatonal y también para evitar su manipulación, como una medida de autocuidado.
En el caso de la Región Metropolitana, el cambio se implementó en alrededor de 670 intersecciones distribuidas en 14 comunas: Providencia, La Florida, San Miguel, San Joaquín, Puente Alto, Las Condes, Ñuñoa, Maipú, Peñalolén, La Granja, Lo Espejo, San ramón, La Cisterna y Macul.
La misma modalidad se aplicó en 18 cruces de la región de Los Lagos y en 13 de la región de Valparaíso, en las comunas de Valparaíso y Viña del Mar. En este último caso, algunas de ellas con Arlegui con Quinta y Avda. Argentina con Ross (acceso a feria de Valparaíso).
En la región de O´Higgins, en tanto, se aplicó a 35 intersecciones de Rancagua, Rengo, San Fernando y Machalí. “La Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT) modificó la operación de las redes de semáforos que tienen mayor demanda peatonal en las áreas céntricas de las principales comunas para reducir las aglomeraciones”, explica el subsecretario de Transportes, José Luis Domínguez. “Para ello, se dejó operando permanentemente el bit (botón que se presiona en el interruptor) de demanda de los semáforos, que es similar a lo que ocurriría si un peatón solicitara la luz verde. De esta forma se aceleran los ciclos de luz del cruce, sin necesidad de que los transeúntes aprieten la botonera”, añade.
Además de los ciclos “se aumentaron los tiempos de verde para los peatones, considerando que el flujo vehícular ha disminuido al 50% en las últimas semanas en comparación con un período normal”, precisa.
Las botoneras están instaladas en intersecciones semaforizadas donde el peatón tiene menor preferencia o no tiene la prioridad en relación con los vehículos. La idea es otorgarle prioridad al peatón y, por ende, su espera por la luz verde es mínima. Como la gestión de acelerar los ciclos preferentes se realizó desde la sala de control de la UOCT, no fue necesario sacar o cubrir las botoneras
Cómo se hizo el cambio
¿En cuáles semáforos se hizo esta modificación? Domínguez precisa que se eligieron “los semáforos semiactuados, que son aquellos que funcionan según la presencia de vehículos o personas. Estos consideran una demanda que puede ser vehicular, a través de las espiras que están en la calzada y detectan la presencia de automóviles; o bien peatonal, a través de las botoneras presentes en los semáforos”.
Las espiras, afirma el ingeniero civil electrónico Alfonso López, “están en el área donde se detienen los automóviles. Allí hay un corte fino en el pavimento, con forma de cuadrado, en cuyo interior hay un cable que corresponde a la espira. Básicamente es un sensor de masas que modifica la programación del software del semáforo”.
Cuando una masa metálica grande se posa sobre ese cuadrado, como un automóvil, “cambia la inductancia de la espira. La inductancia es la propiedad de los circuitos eléctricos por la cual se produce una fuerza electromotriz cuando varía la corriente que pasa por el propio circuito o por otro cercano a él. Cuando cambia la inductancia, el minicomputador que está conectado al semáforo percibe que existe un elemento detenido sobre él, que en este caso sería el auto. Por lo tanto, de acuerdo a la programación del semáforo, dará la luz verde antes de lo usual porque hay un vehículo detenido”, añade López.
“De esta forma, la vía principal de la intersección se mantiene en verde, a menos que la espira detecte un vehículo o que un peatón presione la botonera”, agrega.
Todos los semáforos tienen un ciclo determinado de segundos. Por ejemplo, pueden ser 120, 90 u 80 segundos. Cada uno de estos ciclos se divide para el paso de vehículos y peatones. En el caso de la intersección y peatones. En el caso de la intersección de Colón con Manquehue, por ejemplo, esos 120 segundos se dividen en 60 para peatones y 60 para automóviles.
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