En una entrevista con El Mercurio, el profesor del Diplomado en Gestión del negocio y operaciones mineras, Gustavo Lagos, habló sobre la iniciativa de la Convención Constituyente de nacionalizar la minería del cobre. Si estás interesado, el docente expondrá el Webinar UC: «Efecto de las sanciones a Rusia sobre el cobre y otros commodities«, inscríbete aquí.

A continuación, lee la nota completa:

Fuente: El Mercurio

Advierten que se abrirán litigios internacionales por la propiedad y que, de concretarse, la actual industria minera no tendría futuro.

«Es un pésimo negocio para Chile» y «se trata de mejorar el sistema y no de partir de cero», son algunas de las primeras impresiones que se escuchan entre expertos en la industria sobre las normas que la comisión de Medio ambiente y modelo económico de la Convención Constitucional aprobó respecto del futuro de la minería en su sesión del sábado recién pasado.

En votaciones divididas, los constituyentes del grupo de trabajo visaron en general (por mayoría simple), una serie de iniciativas que, en síntesis y entre otros aspectos, establecen la nacionalización de la minería y el fin de las concesiones vigentes.

Tal como el resto del trabajo de la Convención, el de la comisión de Medio ambiente ha sido seguido de cerca por los analistas, especialmente después de que solo un inciso de su primer informe pasara el cedazo del pleno.

Alejandra Wood, directora ejecutiva del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), y Gustavo Lagos, académico de la Universidad Católica, son dos de quienes han estado atentos al desarrollo del debate.

Wood sostiene que Cesco rechaza la iniciativa porque es «claramente perjudicial para el desarrollo de la minería y su aporte económico y ambiental al país».

«Lo aprobado el día de ayer, de avanzar en el pleno de la Convención, es un pésimo negocio para Chile», manifiesta y subraya que si llegara a concretarse, la industria no tendría futuro como la conocemos.

«Presentaremos ante la comisión de Medio ambiente una propuesta que considera que lo mejor para Chile y todos los chilenos es tratar de que haya más y mejor minería, que se cobre un impuesto más alto (sin perder el atractivo como país minero) que sea variable y que, en los períodos de mayor precio, el Estado se queda con alrededor de un 50% de la renta sin poner un peso», esgrime Wood.

La directora de Cesco argumenta que nacionalizar es expropiar y que si no se paga o se paga el valor libro, entrarían en aplicación las actuales cláusulas de inversión extranjera y tratados internacionales que dicen que se debe hacer al valor justo (comercial), al contado y antes de tomar la posesión.

Lagos agrega que si prospera la idea, la forma de estimar los pagos es algo que no será aceptado internacionalmente. «A Chile le va a costar mucho más caro nacionalizar de lo que plantea esa propuesta (…) hay una propuesta de indemnización que es poco realista. Eso no se va a cumplir, Si se llegara a votar favorablemente, eso le va a costar carísimo a Chile». Y asevera: «No es viable, porque Chile no puede pagar esto y (en el futuro) no tendría los capitales para poder invertir».

Wood anticipa que de no cumplir con los tratados y contratos firmados por el Estado de Chile, de seguro existirán demandas por parte de las empresas.

Pobreza técnica

En el plano técnico, Lagos afirma que la iniciativa es «poco preparada», pues atribuye a la minería privada el carácter de extractivista, como si ello no fuera a ocurrir en el evento de que esta actividad sea de naturaleza pública. También se dice que se confunden términos como ingresos y utilidades, que no son lo mismo.

«Esta estrategia nacionalizadora indica que el principal recurso económico de Chile son las minas. Eso es un error tremendo porque el principal recurso económico es el capital humano, son las personas. Ahí está el futuro del país. En mi opinión, el Estado no debiera gastar ni un peso en comprar, en nacionalizar minas, sino que debiera gastar sus escasos recursos en educación e innovación, que es lo único que nos puede llevar a una sociedad más avanzada, más desarrollada», proyecta Lagos.

Wood plantea que Chile necesita una mirada de futuro para hacer frente a los nuevos desafíos tecnológicos, ambientales, políticos y sociales que enfrenta no solo la minería, sino que también el resto del país, pero que la propuesta en cuestión «es una mirada hacia atrás».

Lagos sentencia: «Obviamente hay que optimizar la contribución que la minería hace a Chile, en todos los aspectos. No solo la minería privada, sino también la estatal. Tenemos un gran trabajo, pero se trata de mejorar el sistema que tenemos y no de partir de cero».