La pandemia de Covid-19 cambió profundamente la forma en la que hacemos las cosas, así como también ha implicado nuevas responsabilidades y metas para todas las industrias. A más de un año del primer brote, hoy nos queda más claro que nunca, que los procesos de adaptación y modernización siguen cambiando día a día.

Se dice que el sector de la Construcción es el “termómetro” de la economía nacional, ya que su comportamiento indica de forma adelantada la actividad agregada del país (cantidad de bienes y servicios finales producidos en una cantidad determinada de tiempo). De acuerdo con los datos entregados por la Cámara Chilena de la Construcción, actualmente constituye casi el 7% del Producto Interno Bruto de la economía chilena.

Es así como también la actividad del sector afecta directa e indirectamente, la vida de las personas: acceso a viviendas de calidad y más económicas, disponibilidad de infraestructura pública, integración y sustentabilidad, entre otras. Debido a esto, es necesario contar con políticas públicas adecuadas y profesionales del más alto nivel que puedan asesorar y ayudar a su diseño.

Hernán de Solminihac, ex Ministro de Obras Públicas, actual Director de Clapes UC, Director del Magíster en Administración de la Construcción UC, y del Diplomado en Administración y Dirección de Proyectos de Ingeniería UC, nos cuenta a sobre los desafíos que los profesionales enfrentan en cuanto a la administración de proyectos de la construcción. Lee la entrevista completa a continuación:

– Hoy la industria de la construcción apunta a la sostenibilidad empresarial, donde no solo se garantice la rentabilidad, sino también generar impacto positivo en el ambiente y la sociedad. ¿Cómo se encuentra hoy Chile y el resto de países de la región en ese contexto? ¿cuáles son los desafíos que tiene el sector?

En los últimos años, se han producido importantes y sorprendentes avances tecnológicos. Sin embargo, no todos los sectores han aprovechado estos desarrollos de la misma forma.

En diversas actividades económicas, es común observar que las ejecuciones de tareas son de forma repetitiva o cíclicas. La construcción no se encuentra exento de ello. Históricamente, este sector ha sido altamente dependiente de la mano de obra y la pandemia ha visibilizado aún más esta dependencia, donde los impactos de las cuarentenas y la paralización de obras han significado la pérdida de un 38% de los puestos laborales del rubro.

Sin duda, estos nuevos escenarios nos invitan a adaptarnos, ser autodidactas y aprender constantemente. La irrupción de la tecnología aumenta el alcance, facilita y acelera la renovación de sistemas y procesos obsoletos o menos óptimos. En palabras simples, modifica la forma en que trabajamos, negociamos y nos relacionamos.

La preocupación por el medio ambiente y la relación con las comunidades son temas que hoy tienen que ser considerados en cualquier industria y por cierto la construcción es parte de esa tendencia mundial. Para ello, no sólo hay que cumplir las normativas vigentes, sino que hay que anticiparse a las necesidades y ser un aporte al entorno y las personas que se relacionan con los proyectos, tanto en la etapa constructiva como en la operación.

– En cuanto a los profesionales chilenos ¿Cuál cree usted que es el nivel de conocimientos y manejo en la aplicación de herramientas y tecnologías para mejorar la gestión de los proyectos de construcción?

El impacto de la tecnología digital, el procesamiento de datos, adelantos en la robótica e inteligencia artificial se hacen cada vez más presentes.

Siempre que se incorpora una nueva tecnología, surgen nuevas oportunidades y lo importante es saber cómo y cuándo aprovecharlas. Para enfrentar las nuevas necesidades y poder desempeñarse apropiadamente en los nuevos campos laborales, la capacitación y formación continua son clave: una reconversión productiva, el fortalecimiento de habilidades de más difícil reemplazo como la creatividad, el razonamiento crítico y las habilidades blandas. Por supuesto, habrá también quienes deban operar y mantener las nuevas tecnologías.

En este sentido, la academia es fundamental en el desarrollo de Chile, en la mirada de futuro que buscamos construir como sociedad. El país demanda que sus instituciones se involucren en sus problemas, en que contribuyan a crecer en un territorio con más y mejores oportunidades. Lograr estos objetivos, para alcanzar un estándar de país desarrollado, convoca a todos los actores.

Una buena gestión de proyectos, desde el nacimiento de una idea, pasando por su diseño, materialización y operación, es clave para sus resultados. Para ello, hoy contamos con metodologías y herramientas que nos permiten coordinar mejor las distintas etapas y participantes de los proyectos, previendo posibles dificultades y buscando soluciones en forma eficiente que no impacten negativamente el desarrollo del proyecto, incluso al contrario, haciéndolo más fluido. Además de las herramientas de técnicas y de gestión, hoy están disponibles herramientas contractuales que permiten resolver anticipadamente las potenciales controversias que muchas veces se presentan en el desarrollo de los proyectos.

– Y el perfil profesional que buscan las empresas y organizaciones en la actualidad ¿qué se busca a la hora de elegir quien integrará sus equipos y liderará los proyectos? 

El país necesita volver a retomar el ritmo del crecimiento, y las obras públicas y privadas son un instrumento atractivo para lograrlo. En ese sentido, la etapa que viene requerirá de numerosos profesionales y técnicos bien preparados.

Las demandas proyectadas de fuerza laboral calificada constituyen, probablemente, el mayor desafío que enfrenta el desarrollo del sector. Esta demanda debe ser mirada como una gran oportunidad para todas las chilenas y los chilenos que buscan mejores oportunidades laborales.

Para enfrentar este desafío, hay que continuar articulando una serie de líneas de acción e iniciativas que convoquen a los principales actores públicos y privados que participan en el sector, con el propósito de aumentar la oferta de trabajadores calificados, principalmente de mujeres y jóvenes.

Debemos entonces, como país, apoyar e impulsar la formación de capital humano para que las empresas del sector cuenten con los técnicos y profesionales que permitan llevar a cabo las obras que Chile necesita. Como mencionaba anteriormente, este desarrollo requiere especialmente del aporte y una mayor participación de la mujer.

Para poder materializar bien un proyecto, además de tener los profesionales y técnicos capacitados, se requieren buenos líderes que puedan coordinar y motivar a los equipos de trabajo. Así, los y las profesionales con competencias de liderazgo y conocimientos específicos relacionados a la gestión de proyectos son elementos clave para el desarrollo exitoso de los proyectos.

– Si hablamos de la especialización de profesionales, la UC ofrece el Magíster en Administración de la Construcción. En este mismo sentido, ¿en qué se diferencia este programa, respecto a programas similares de otras instituciones? 

Los principales atributos del Magíster Administración de la Construcción (MAC UC) y que lo diferencian de otros son:

a) Su origen, pues fue creado desde las necesidades de la industria, y mantiene una sintonía permanente con ella (es un programa en el área de gestión de proyectos y empresas, especialmente diseñado para la industria de la construcción).

b) La interdisciplina, pues se trata de un programa impartido por dos facultades académicas, (Ingeniería y Arquitectura) en colaboración con la Cámara Chilena de la Construcción, que aborda materias que hoy son muy necesarias para el desarrollo exitoso de los proyectos, entre ellas: herramientas de gestión de proyectos, administración de empresas, sustentabilidad, gestión de personas, aspectos legales y contractuales.

c) Las características de los estudiantes, que incluyen profesionales con experiencia del mundo público y privado; de Chile y de Latinoamérica; de empresas e instituciones mandantes, consultoras y empresas constructoras.

d) El cuerpo docente, que lo conforman profesores provenientes de la academia y de la experiencia práctica, logrando con ello una buena complementación para la formación de los estudiantes.

e) El plan de estudio flexible, con un número importante de cursos optativos, que permite a los estudiantes de alguna manera “diseñar” un traje a la medida de sus intereses y necesidades.

f) La oportunidad de realizar una actividad de graduación, como instancia para que las organizaciones puedan resolver algún problema o desafío concreto, abordado por el estudiante, con el apoyo de profesores especialistas en el tema.

g) Tanto la Pontificia Universidad Católica de Chile, como el Magíster Administración de la Construcción tienen una acreditación máxima.

– Educación Profesional de Ingeniería UC también ofrece diplomados «articulables» con el Magíster en Administración de la Construcción, ¿qué son estos programas y cómo está diseñada la estructura de contenidos?

Los diplomados articulables son programas que se basan en un subconjunto coordinado de cursos del magíster, donde se agrupan 5 cursos del plan de estudio del MAC UC, de acuerdo a un área específica (proyectos, contratos, sustentabilidad, gestión inmobiliaria, minería e ingeniería vial). Se incluyen: 3 cursos mínimos (obligatorios), 1 curso optativo y 1 taller integrador (gestión y dirección de proyectos de infraestructura o de proyectos inmobiliarios complejos). La admisión tipo «carrusel» permite a los estudiantes ingresar al programa en cualquier momento del año (dependiendo de la formación previa, en algunos casos se condiciona el ingreso para comenzar con cursos que se estima les ayudarán a aprovechar mejor el programa). Si el estudiante, una vez que termina el diplomado, está interesado en postular al MAC UC, puede postular, y si es aceptado, el trabajo realizado anteriormente es convalidado en el magíster.

El Magíster en Administración de la Construcción MAC UC es el resultado de un trabajo conjunto entre las facultades de Ingeniería y Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Cámara Chilena de la Construcción.

El programa está dirigido a profesionales de la construcción del ámbito público y privado que participan en obras civiles, industriales, mineras y del sector inmobiliario, incluyendo a gestores urbanos.

Diplomado en Administración de Contratos para la Construcción

Diplomado en Administración de Proyectos de Construcción

Diplomado en Gestión de la Construcción de Proyectos Mineros 

Diplomado en Gestión Inmobiliaria Compleja

Diplomado en Gestión Sustentable en la Construcción

Diplomado en Ingeniería y Gestión de Infraestructura Vial